WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Luis Alfonso Soto Serrano votó temprano el martes en un suburbio de la capital estadounidense. Soto, de 55 años, nativo de Izabal, Guatemala, es ciudadano desde la década pasada y acudió a un centro de votación en la vecina Silver Spring, Maryland, acompañado por sus dos hijos menores de edad. No declararía si votó por el demócrata Barack Obama o el republicano John McCain para presidente, pero sí tenía en claro que deseaba aprovechar el momento para dar a sus hijos una lección de civismo.
``Quiero que aprendan desde ahora a participar'', dijo el técnico en refrigeración. Los hispanos son el 15% de la población de Estados Unidos o unos 45 millones de personas. Pero, no todos votan: para votar se requiere ser ciudadano estadounidense y mayor de 18 años. Las elecciones de la jornada se presentan después de meses de esfuerzos en el Congreso para aprobar una reforma migratoria y de intensas e infructuosas presiones de grupos hispanos para evitar el fracaso. Con ese precedente, más los efectos devastadores de la guerra en Irak en familias hispanas, la crisis financiera y la necesidad de empleos y mejores servicios de educación y salud, el instituto de estudios sobre los hispanos en Estados Unidos, Pew Hispanic Center, de Washington cree que este martes se puede esperar una participación récord de votantes hispanos.
En las pasadas elecciones, la participación de votantes hispanos ha sido entre el 5% y 6% del total del electorado nacional o, según analistas, la mitad del potencial del voto hispano. Según el Pew, es posible que al terminar el día, estas elecciones de 2008 marquen un incremento al 9%, nunca antes visto. En las elecciones de 2004, cuando el presidente republicano George W. Bush resultó reelegido por cuatro años más, se veía ya la tendencia al alza, con un 6,03%, comparado con 5,3% de 2000 y 4,69 de 1996 Bush resultó favorecido por el voto hispano debido a sus planes de promover la reforma migratoria, entre otros ofrecimientos.
Según la universidad George Washington, de la capital, las simpatías de los votantes hispanos en estas elecciones retornarían al Partido Demócrata, con el cual históricamente han tenido preferencias. En una encuesta difundida la semana pasada, el 68% de hispanos dijo que votaría por Obama y el 27% por McCain. La proporción es casi igual al 3-1 de Pew en favor también de Obama.
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