El conflicto al interior de la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha cambiado de arena aceleradamente desde que se inició hace diez semanas: antes fueron los desplegados, el viernes la disputa ocurrió en el Consejo General Universitario (CGU), y hoy la pelea se da en los tribunales, donde el rector general depuesto ganó un round de lo que parece será una larga pelea judicial.
En esta arena, el juez tercero de distrito en materia administrativa, Héctor Martínez Flores, decretó ayer una “suspensión provisional” de 72 horas a favor de Carlos Briseño Torres debido a que, “al parecer” se violaron las normas internas al destituirlo de su cargo; sin embargo, las cosas siguen tal como están en este momento hasta que no haya una sentencia definitiva sobre este caso, señaló el juzgador.
Eso quiere decir que Marco Antonio Cortés Guardado, el universitario elegido como rector general sustituto por la mayoría de consejeros universitarios afines a Raúl Padilla López el viernes pasado, sigue en el máximo puesto administrativo de la UdeG hasta que no haya sentencia firme. Y, como la mayoría lo sabe, los asuntos judiciales no se resuelven pronto.
El juez Héctor Martínez Flores explicó que, si las partes en conflicto presentan lo más pronto posible las pruebas, la sentencia definitiva podría dictarse en dos meses, pero en este momento, que la rectoría está en manos padillistas, la prisa corre a cargo de Carlos Briseño, no de Marco Cortés.
El juzgador federal dio a conocer la presente resolución cerca de las 19:00 horas, una hora después de lo previsto, debido a que antes hizo consultas al Consejo de la Judicatura Federal, dado que se trata de un asunto delicado para la entidad que implica a miles de universitarios. Así declaró Héctor Martínez: “En esta resolución se dijo que, en atención a la falta de formalidades esenciales, al procedimiento interior de acuerdo con la normatividad que prevé la Ley Orgánica y el Estatuto de la UdeG, se estimó que se está violentando aparentemente el Estado de derecho y por tanto está concediendo suspensión provisional, nada más provisional, de los actos reclamados, para el efecto de que el señor Carlos Briseño sea restituido en su cargo como rector”.
La falta de formalidades que justifica Carlos Briseño es que se le destituyó el viernes pasado sin que se le abriera expediente, ni que se le escuchara ante la Comisión de Responsabilidades del Consejo General Universitario (CGU).
La resolución provisional se espera que tenga vigencia únicamente por 72 horas, explicó el juzgador federal, pues es de preverse que dicha sentencia será recurrida por los abogados de quienes ahora se quedaron con la rectoría (tienen un plazo de 24 horas) y el juez decidirá nuevamente en 48 horas si el recurso de impugnación es válido o no. Así lo explicó el juez: “Esta situación se encuentra sub judici, es decir: no es definitiva”.
Entre tanto, añadió, “las cosas están como ustedes las conocen, y en este momento el actual rector [Marco Cortés], de acuerdo con la asamblea general celebrada el viernes, es el señor que está designado como tal”. Más adelante fue más explícito. “Estoy comentando que el rector actual [Marco Cortés] es el legítimo hasta que no se demuestre lo contrario”.
Lo que sigue
Después de la notificación del fallo judicial a favor de Carlos Briseño, comunicada poco antes de las 20:00 horas de ayer, el grupo padillista tiene 24 horas para presentar una queja
El juez tercero de distrito en materia administrativa, Héctor Martínez Flores, tiene, después, 48 horas para revisar la queja del grupo afín a Raúl Padilla
Tras esas 72 horas, el juez debe decidir si revisa el caso de fondo o no, dependiendo de a quién conceda la razón tras revisar la queja
En caso de que se rechace la queja padillista, seguiría un juicio para decidir si se emite la suspensión definitiva, el cual podría durar dos meses, pero que puede dar a Briseño la oportunidad de de que se le restituya como rector.
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